martes, 2 de noviembre de 2010

Prolongación de la longevidad humana: una potásica realidad

Yo Potasio os aseguro que conozco a personas que han vivido miles de años. De verdad eh, ti lo juro. Eso de vivir miles de años ya está inventado desde el neolítico lo menos. Lo que pasa es que no quieren que vivamos tanto, porque no interesa. Al final no te dejas engañar, te adelantas a sus intentos. Es mejor negocio si caducamos pronto
¿Cómo podemos durar tantos años? ¿Eh, cómo? El descubrimiento de ésta plausible posibilidad comenzó gracias a una inventora colosal e imprescindible.

Todo comenzó así: hace 6542 años exactamente, nació en el pueblecito de Pocosía, cerca de la actual Huelva, una preciosa niña, que ya desde pequeñita la muy cabrona, destacó en inteligencia, habilidad, imaginación, capacidad de expresión y empatía. Aún vive claro, su invento funciona que te cagas. Tengo el enorme placer de colaborar con ella actualmente (y durante muchos años ya) y ella es la creadora principal de nuestros factibles planes de instauración en el mundo de la utopía posible (mola mogollón ya veréis) y por supuesto liberar a Tom Allison y a muchos otros grandes científicos más que os iré presentando. Su nombre es Eva Melosía

A los seis años Eva Melosía inventó el ordenador personal, el motor de explosión y la batidora para montar nata, pues le encanta el famoso postre con fresas. A los diez, ya te digo, desarrolló la teoría de la degradación armónica en medios falibles, el lenguaje gramaticalizado que usamos hasta hoy en día y la tortilla de patatas, que como todos sabemos entraña mucha más dificultad de la que aparenta. Ésta chica es una fiera.

Imaginaos lo de cosas que había inventado ya la tía a los 23 años, cuando comunicó a la opinión pública de la ya por entonces avanzada sociedad panmundial de Pocosía, que durar miles de años era fácil gracias a su nuevo invento: el alargatón

El alargatón consta básicamente de tres partes: cabeza, pies y cola. La cola que pegue bien. Los pies tienen que ser de animales fallecidos de muerte natural. La cabeza, de ajos principalmente, le da las características finales a nuestro redesarrollo enlentecido y alargado para durar unos diez mil años.

Al unir estos tres simples elementos (en plan troceadillo), y pronunciando cien veces la palabra “recóndito”, se dispara un sistema de intercomunicación interestelar, fabricado por Eva Melosía y asociados, que descarga dentro mismo de tu endoADN, la secuencia necesaria para llegar a los diez mil.

Y todo ello sin coste alguno. Si ya está inventado que lo disfruten todos. A que sí

Os remitiré nuevos informes para que conozcáis las valiosas verdades ocultadas por los oscuros y opresores tentáculos de los grandes poderes, de manera divertida y amena. Belinda (no le gusta apellidarse), la novia de Tom Allison, precisa de mi colaboración…

¡¡Juntos arreglaremos el mundo!! ¡¡Te necesitamos!!

28 Octubre 2005

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